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Resumen 1º Clase, Trabajos

Escuela de Diseño Aplicado al Bonsái – Sergio Luciani

Textos y fotografías: Gabriel Medina

Nombre común: Boj
Nombre científico: Buxus Sempervirens

Córdoba 27 de febrero de 2010

Este boj fue recolectado en septiembre de 2008, en realidad era una rama de una planta más grande que al momento de limpiarle el cepellón de raíces para plantarla se separó por si sola dándome la grata sorpresa de que tenía sus propias raíces. Entonces fue a parar al contenedor que tenía más a mano: la vieja y querida “botella de gaseosa”.

Septiembre de 2008

A esta planta me dedique a cultivarla sin realizarle intervención alguna hasta octubre de 2009, momento en el cual podé las ramas que no utilizaría, quedándome con una única rama, con la cual tenía pensado realizar la idea de diseño que había imaginado para este futuro bonsái.

Muestra del vigor de la planta, que luego de haber podado las ramas innecesarias, rebroto nuevamente a pesar de no tener follaje en las puntas.

Recordemos que generalmente los boj necesitan tener follaje en las ramas para que en estas continúe circulando savia, permita la brotación trasera y desde madera vieja. Comentándole esto a Sergio en la clase, me dijo que en plantas jóvenes esto suele ser normal.

Este era el estado que presentaba para la primera clase. 27-02-2010


Bosquejos de dos de mis ideas:

1-     Este diseño se basa en tratar de representar el estilo azotado por el viento
2-     Este otro en cambio es un poco más equilibrado y compacto.

Cuando le planteé a Sergio mis ideas me explicó que si optaba por la nº 1 no obtendría una planta armónica, ya que al tener todo el peso visual del mismo lado, daba la sensación de que se “caía”. En cambio con el otro estilo se obtendría una planta mucho más compacta y equilibrada más acorde con los principios del minimalismo japonés. “Hay que ocupar el menor espacio posible” me explicaba.

Pero como soy bastante curioso no me quede solo con la primera explicación, fui por más:

“¿Sergio te puedo contar porque se me ocurrió esa idea y como es que yo trato de observar los detalles y leer a las plantas?”

No recuerdo cuál fue su respuesta, ni siquiera que palabras uso, es más creo que no dijo nada solo vi un gesto en su cara, como diciendo “haber…contáme” jejeje.
Ahí fue cuando le comenté que lo que yo veía en este árbol era un línea de tronco bien fluida y armónica que se dirigía hacía a la derecha, lo cual me señalaba que si ésta era una planta que estaba en la naturaleza, habría factores que hacían que su patrón de crecimiento fuera de ese determinado modo, ya fuera el viento, la luz o una planta más grande. Basándome en esta información fue entonces que se me ocurrió la idea 1 para tratar de seguir una coherencia entre mi diseño y las características de la planta. A lo cual me respondió de manera simple y muy clara:

LA NATURALEZA NO HACE BONSAI”

A todo esto yo ya había alambrado y posicionado las ramas de un modo similar al de la opción 2. Entonces luego de la gran frase siguió con un “vos confía en mí” y reorganizo las ramas de otra manera (la que verán al final), dándole absoluta prioridad a la imagen que se veía desde el frente de la planta, tanto así que prácticamente quedo sin ramas de profundidad.

En ese momento sentí como que me estaban dando electrochoques en la cabeza, que de un lado tenía una comparsa de Gualeguaychu  y del otro un súper equipo de audio a todo volumen con la versión de resistiré cantada/o por Zulma Lobato.

Seguramente Sergio notó mi desconcierto y me volvió a repetir “vos confía en mí” no te preocupes por la profundidad, ya van a crecer más ramas que utilizaremos para eso y para el ápice, también me explicó que la reorganización que hizo de las ramas se debía a que la manera en que yo lo había hecho no quedaba del todo acorde con la planta y su tamaño, ya que el perfil del follaje era bastante voluminoso para el tamaño de la planta, lo cual sería aún más evidente cuando volviera a brotar. Continuó explicándome que lo que debemos buscar es ocupar el menor espacio posible, “hay que ser minimalistas”. Además con la nueva ubicación de las ramas se pude lograr enviar un mensaje que llame más la atención del espectador.

Finalmente…desapareció mi curiosidad.




Así quedó luego de la primera clase. Y de tarea para casa limpiar bien la corteza de los jines

Una vez realizada la limpieza, decidí colocarle un alambre para darle algo de movimiento a la parte final del jin, que se lo ve demasiado recto.



Imagen final…por el momento,  

Continuará...